Las hojas son compuestas, con siete a nueve foliolos (imparipinnadas), de forma
lanceolada y se
disponen en forma espiralada en los tallos. Son bifaciales, ambas epidermis están compuestas por
células de paredes sinuosas en vista superficial. Presentan pelos o tricomas en su superficie,
en grado variable dependiendo del cultivar considerado. Los tricomas pueden ser uniseriados,
glandulares y con una cabeza pluricelular más o menos esférica.
Presentan tres tipos de tallos, uno aéreo, circular o angular en sección
transversal, sobre el
cual se disponen las hojas compuestas y dos tipos de tallos subterráneos: los rizomas y los
tubérculos.
Estos tallos, que se originan a partir de yemas presentes en el tubérculo
utilizado como semilla,
son herbáceos, suculentos y pueden alcanzar de 0,6 a 1 m de longitud; además, son de color
verde, aunque excepcionalmente pueden presentar un color rojo purpúreo. Pueden ser erectos o
decumbentes, siendo lo normal que vayan inclinándose progresivamente hacia el suelo en la medida
que avanza la madurez de la planta. Los entrenudos son alargados en la subespecie andigena y más
bien cortos en la subespecie tuberosum.14 En la etapa final del desarrollo de las mismas, los
tallos aéreos pueden tornarse relativamente leñosos en su parte basal.